Músico
Rocker, fotógrafo, escritor , motorista, aventurero, jugador y entrenador de rugby, el señor Olaf Pla Gracia es de los artistas más polifacéticos que tendremos el honor de entrevistar en esta revista, pero por ahora nos conformamos con hacer un repaso rápido por su vida y solo de su vida, dado que si hablamos de sus ancestros, entre artistas y deportistas, estaríamos metiéndonos en un pozo sin fondo.
Me es muy difícil saber por dónde empezar, así es que empezaré por el principio.
Leonés de nacimiento en 1962 y con alma de artista, la fotografía le llegó por vena, dado que es la cuarta generación en su familia dedicada a ello por parte de su madre Belita Gracia, cuyo abuelo es recordado no solo por sus obras sino, también por una calle en León que luce su nombre con orgullo, "Calle Fotógrafo Pepe Gracia", y cuyo bisabuelo Germán Gracia, de origen valenciano y condiscípulo de Sorolla y Estruch, aterrizó en León de paso a otra ciudad, pero por amor echó raíces en esa maravillosa tierra. Al igual que el cariño por el rugby, el cual a heredado de su padre, Manuel Pla, que por poner un ejemplo, en el año 1948, junto con el equipo SEU León, ganaron la semifinal de la copa del generalísimo contra el SEU Madrid, y cuya final jugaron con la Santboiana. Toda una hazaña, sin duda, y para entender hasta qué punto, hace falta saber un poco de la historia de este país (España).
Su cámara preferida, una antigua Pentax MX heredada de su tío Miguel Castaño junto con tres objetivos extraíbles. Con ella y según sus propias palabras, "La afición por la fotografía se fue consolidando hasta que instalé mi propio laboratorio de revelado en casa, por lo que las copias de revelado de dimensiones grandes (30×40) son en parte, de cosecha propia".
Desde hace ya unos años, también le gusta utilizar una Kodak Retina del año 55 de su madre, pero alternando con su Pentax MX
No obstante, los que lo conocemos, sabemos que también ha utilizado la fotografía digital, dado que desde hace muchos años ha venido colaborando en distintas publicaciones como, Motociclismo Clásico, Moto Clásica, Custom Machines, Custom Garaje, Cáñamo, CinemaVision, Esforç, o El Diablo Magacín, donde tuvo la oportunidad de escribir también sus propios artículos. El material para tan diferentes temas, no solo ha sido por sus vivencias del día a día, sino también por sus muchos viajes alrededor del planeta, y que podéis ver plasmado en imágenes visitando olafplagracia.com / fotografía.
La fotografía la vive hasta tal punto, que dice fusionarse con la imagen que quiere plasmar en papel, e implicarse personalmente con lo que está mirando, y así sacar el máximo posible con el resultado de lo que hace.
Su faceta fotográfica y las múltiples exposiciones que ha realizado, a parte de la familia por supuesto, mayormente se ha basado en el rugby, del cual sabemos que es un gran amante, los viajes, también una parte muy importante de su vida, y el rock'and'roll de la mano con las motos, el cual, siempre ha estado presente en todo lo que ha hecho.
Pero es de su faceta deportista y su pasión por el rugby de lo que hablaremos ahora.
Fue en 1972, con tan solo 10 añitos, cuando en el Club Larpis de León, empezó a hacer sus primeros pinitos con el "melón" o "la guinda", nombres con los que se conoce al balón en el mundillo del rugby, con el cual ya estaba en cierto modo familiarizado, puesto que de casta le viene al galgo.
Al trasladarse a Barcelona lo dejó un poco de lado, aunque nunca del todo. En esta ciudad, primero se decantó por la natación y atletismo. Pero a partir del año 1982, con el equipo del Instituto Nacional de Educación Física, jugó durante 5 temporadas, los años de carrera que estudió en el mismo, y dónde compone el himno del equipo, sobre el cual hablaremos más adelante. Tras graduarse siguió, pero su equipo pasó a ser el Club BUC de Barcelona, donde estuvo dándolo todo durante algunas temporadas más.
Después de un merecido descanso de unos 10 años, dedicando más tiempo a otras de sus maravillosas facetas, retoma el rugby, pero en esta ocasión como árbitro, y durante 13 temporadas perteneció al Comité de Árbitros de Catalunya.
Éste gran hombre, ha dedicado 34 años de su vida, a enseñar en distintos colegios e institutos, como profesor de Educación Física y Deportes, en los cuales siempre incluyó el rugby como parte de la asignatura general e incluso como deporte optativo con 35 horas por cuatrimestre, donde por supuesto era mucho más palpable que en la asignatura general.
Como había comentado, su vida ha estado siempre estrechamente relacionada al Rock'and'Roll, desde que lo conociera siendo todavía un adolescente. Un amigo, Juan Carlos Álvarez, le llevó a un bar en el barrio de Las Corts, donde se oía rock'and'roll. Un jovencito Carlos Segarra, (líder de "Los Rebeldes") por aquel entonces ejercía allí de camarero, en la hamburguesería de su madre, y podías escuchar a Gene Vincent, Eddy Cochran, como no Elvis Presley, etc, ya que el mismo los pinchaba, o mejor dicho, cambiaba la cinta de cassette, entre hamburguesa y hamburguesa. Allí conoció a algunos rockers aproximadamente de su quinta, como Lorenzo, Moi (batería de los Rebeldes), Loco, King Patillas, Jorge "Iuro", "Lynn", Felipe "Puerto", Ricardo Papaceit "Chele" (con el tiempo cantante de "Bombarderos", y otros más. Así fue como descubrió lo que sería la banda sonora de su vida, el ROCK'AND'ROLL.
Por aquel entonces, Olaf junto con los C-Pillos, Sergio Makaroff, los hermanos Forteza (Carlos y Miky), Jaume "Bi", y alguno que otro más, se reunían en los jardines de la universidad, a beber cerveza, fumar, y tocar la guitarra. Sin duda eran buenos tiempos para el Rock'n'Roll.
Es en ese tiempo, que empieza a hacer sus primeros pinitos dentro del mundo de la música, tocando la guitarra con algunos colegas, de hecho, incluso se atrevió a componer y grabar (con notas rockanrolescas, por supuesto), el himno de su equipo de rugby, si queréis escucharlo, http://olafplagracia.com/olaf-y-los-bidones/ .
Su vida siempre ha estado a caballo entre León y Barcelona, las vacaciones, por aquel entonces las pasaba en la ciudad que lo vio nacer, y allí es donde le cae entre los brazos, o mejor dicho las piernas, su primera moto, una Bultaco Mercurio 155. También es en su tierra natal, en el año 1981, donde monta con dos amigos (Manu "Vincent" Ortega y Héctor Diez), su primera banda de rock'and'roll. Olaf y Los Insolventes fueron, como decía la revista nuevaola80.com , "auténticos pioneros del rock'and'roll leonés". Ensayan en el local que tienen para ese mismo fin Los Atrevidos, banda donde también milita Manu , y no es hasta el 82 que tienen su primer bolo en la sala Dimitri en el mismo León, dado que Olaf estudia en el INEF (Instituto Nacional de Educación Física) en Barcelona, y solo pasa los veranos en tierras leonesas. En ese mismo año se incorpora a la banda Mario Del Riego (Mariobilly).
Pensándolo bien, es brutal que en tan solo un año tocaran en directo, una banda cuyo líder, tenía su residencia habitual a "14 horas en camión". Ésto me hace pensar que ensayos poquitos, esto, como veremos, se repite a lo largo de su vida.
Al principio, hacían versiones de otros conjuntos extranjeros, que era lo poco que existía al más puro estilo rockabilly y rock'and'roll, pero poco a poco fueron componiendo algunos temas propios, como "El Camión", con los que tiempo después llegaron a ser invitados a tocar tres de ellos en televisión
Entre tanto, en la ciudad condal colabora musicalmente con distintos amigos, hasta que en 1987, en la sala Bikini, seguro que muchos de la Barcelona de aquel entonces recordará los miércoles de Rock'n'Roll, después de la actuación de la noche, se montó una Jam sesión en el camerino con músicos de tal magnitud como, miembros de Dinkremea, que tocaban aquella noche, Rebeldes, C-Pillos, etc. La batería era una estufa catalítica, los músicos se pasaban los instrumentos o se acoplaban con los suyos según se les antojaba, el caso es que aquello sonaba de fábula y se lo pasaron teta.
Tan divertido fue, que al cabo de un tiempo, les invitaron a tocar en una fiesta privada y, sin ensayar siquiera, como si de otra jam sesión se tratara, se plantaron allí, Carlitos Forteza a la guitarra, Jose Luis Miranda al contrabajo, Mónica Mateo a la voz, Olaf Pla con varios instrumentos y (como dice él) cachivaches y como no, un bidón de cerveza de cinco litros.
Quien los ha visto actuar, ya sabe cómo va el tema del bidón, cuando la fiesta está en todo su apogeo, abren un bidón de cerveza y se acabó ser un finolis, todo el mundo bebe directamente del recipiente en cuestión, si no quieres mojarte tu bonita ropa con birra ya puedes correr, si no hay suficiente con uno, tranquilo que seguramente habrán más, todo dependerá de cómo os porteis.
Hasta aquí bien, ¿pero qué sentido tiene ese bidón de tan precioso líquido?. Bueno, Olaf nos cuenta que en aquella ocasión era un detalle en el show en honor de la anfitriona , que celebraba su cumpleaños. Pero esta no es toda la explicación, dado que nuestro protagonista quiso llevarse en cierto modo, el llamado tercer tiempo del rugby a aquella celebración. Para quien no lo sepa explicaremos en qué consiste el tercer tiempo. Es una tradición que sólo existe en el rugby donde, al terminar un partido, los dos equipos salen a beber, cantar, bailar , divertirse y conocerse, independientemente de quien gane el partido. A Olaf le pareció que podría ser divertido, y joder si lo fue. A partir de ese primer día se convirtió en una tradición para los que precisamente por ese detalle, les empezaron a llamar "Olaf y Los Bidones", igual que la de bautizar al grupo, que como le pasara con Insolventes, el nombre lo pusieron los colegas sin tener en cuenta su opinión, aunque muchos pensaron que en esta ocasión tenían razón, dado que lo habitual es que sea él, la persona encargada de abrir el bidón, aunque como siempre dice él " Nadie es imprescindible", y como la tradición que también han seguido hasta nuestros días, de no ensayar nunca, simplemente quedan para un bolo, se reúnen, tocan Rock'n'Roll del bueno y se siguen divirtiendo como entonces.
A todo esto, en el 1989, se organiza una gira por España llamada "Rocking 80's", las bandas que formaban esa gira eran "Crazy Cavan and The Rhythm Rockers", "Breathless" (hermanos de cavan), "Freddy Fingers Lee", y un grupo de cada Ciudad dónde actuaban. Fue posiblemente la actuación más importante de Olaf y Los Insolventes, y en su tierra, León. No obstante y por desgracia, con la conclusión de ese mismo verano, también actuaron por última vez juntos, y el lugar elegido fue en Asturias, donde, por lo que tengo entendido, fue una actuación bestial.
Nuestro protagonista, muy lejos de dejar los escenarios, siguió su trayectoria en Olaf y Los Bidones, cuya formación ha variado muy poco con el transcurso de los años (35 hasta la fecha), han pasado por el grupo algunos, pero han colaborado otros muchos, no obstante su formación actual y desde hace ya aproximadamente 21 años siguen con la misma filosofía, no existen los ensayos, ya que según sus propias palabras, "El Rock'n'Roll sale de forma espontánea, fluye desde lo más profundo de nuestros corazones de la misma forma que lo hace la cerveza que se dispara al abrir el bidón sobre el escenario", tras finalizar un tema, y con un vistazo rápido, deciden cuál será el siguiente, no hay orden en el repertorio ni les apetece tenerlo, viven en una continua jam sesión, en definitiva, para ellos ésto no es un trabajo, es diversión, y así lo transmiten, y yo lo sé por propia experiencia, ya que son unos cuantos los bidones que han pasado por mis manos y mucho de su dorado y adorado líquido derramado por mi garganta. Vamos, un show que si tenéis la ocasión de poder vivir, el que aquí transcribe os aconseja que no os perdáis, no hay cosa igual, y no muchas las oportunidades que nos brindan para poder disfrutar de estas fantásticas actuaciones.
La batería está dirigida por Moisés Sorolla, la guitarra solista la toca Martí Borras, el contrabajo está a las órdenes de Jose Luis Miranda, Kike Méndez utiliza sus cuerdas vocales, y por último, Olaf Pla Gracia al banjo, washboard, armónicas, didgeridoo, bocina, etc, y demás cosas que se le van ocurriendo con el tiempo. Esta es la formación que tantos años llevan haciéndonos un poco más felices
"LARGA VIDA A OLAF Y LOS BIDONES"
Nosotros siempre estaremos esperando la siguiente "bidonada", pero entretanto os contaré un poquito sobre su afición a las motos.
Según nos cuenta el mismo Olaf, su progenitor ya viajaba en una NSU que adquirió de su cuñado (otro forofo de las motos), bastante antes de su nacimiento (entre las fotos, reconoceréis en seguida dos de ellas de la NSU, una con su madre Belita Gracia y otra con su padre Manuel Pla), y siendo tan solo un crío ya tuvo la osadía de probarla en alguna ocasión. Con tan solo 8 o 9 añitos, todavía en León, Jorge, un tipo con pelo largo, chupa de cuero, y una Sanglas 350, aparecía por el barrio, lo subía en su moto y se lo llevaba a dar una vuelta, "PARA FLIPAR".
Los Pla Gracia, llegan a Barcelona a principios de la década de los 70 y ya empiezan a seguir las 24 horas de Montjuic en vivo y en directo, dónde a los pequeños, les daban una libretita, y así podían acercarse a sus ídolos y pedirles autógrafos, no puedo imaginar lo que podría ser aquello para un chiquillo de esa edad. ¿Cómo evitar sentirse emocionado sí cuando eres un niño, tu primo viene a Barcelona a visitaros con una Ducati 750?.
Con todo esto en su vida, es imposible que no sintiera pasión por las dos ruedas, y eso es lo que le llevó a comprarse en tierras leonesas "La Zamorana", Bultaco Mercurio 155 a la que conocían con ese nombre por la matrícula, pero que también era conocida como La Mosca cuando le ponia otro depósito que tenía por ahí de color negro y pintado a brochazos. Más tarde, en el año 82 compra una Impala, que tras cuarenta años todavía le puedes ver con ella por Barcelona, cuando no va montado en su bicicleta, de la cual no sé el año ni la marca, pero sin duda es un trozo de historia. Tras unos años, concretamente en el 88, se acercó al concesionario Harley Davidson, y adquirió una Heritage Softail que todavía le acompaña en muchas de sus aventuras.
Podría despedirme y dejar esto así, pero creo que no me puedo quedar para mí, el hecho de que tiene con un gran amigo suyo de León, César Cesina, o "El Chatarrero", lo que ellos llaman, un pacto entre caballeros. Cuando Olaf va a León, su amigo le presta una de sus motos para que se mueva lo que necesite, los días que esté por allí, y por el contrario, cuando su amigo viene a Barcelona, tiene una moto a su disposición. A mí me parece una gran idea y un gran pacto.
Con este pequeño detalle, ya si que me despido de todos vosotros, pero no sin antes deciros lo muchísimo que he disfrutado haciendo este trabajo, con Olaf se ha hecho realmente fácil, y como con ésto no hemos profundizado más que un pequeño arañazo en la vida tan interesante de nuestro amigo, haremos todo lo posible más adelante, para hacer una entrevista en profundidad, ya que estamos seguros que disfrutaréis tanto como nosotros de sus viajes y sus anécdotas.
Muchas gracias OLAF PLA GRACIA.
http://no80s-gruposnacionales.blogspot.com/2012/08/olaf-y-los-insolventes.html?m=1
http://no80s-gruposnacionales.blogspot.com/2012/09/olaf-y-los-bidones.html?m=1
Hasta pronto amigos.
K.C.T.
